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Un día vas a trabajar y te dan los resultados del reconocimiento médico anual: Eres diabético. En tu cabeza comienzan a superponerse distintas emociones y todas ellas negativas:

Negación: No es posible, no puede ser, pero si yo me cuido.
Miedo: Te encuentras en una situación nueva en la que no sabes qué hacer ni cómo va a afectarte en el futuro. Lo primero que piensas es en que tendrás que “pincharte” y además te acuerdas de los problemas de salud que has oído comentar a personas diabéticas de tu entorno
Enfado: No es justo, ¿por qué a mí?

Tras el impacto inicial de la noticia suele venir una fase estresante donde la ansiedad y la incertidumbre por lo desconocido juegan un papel dominante. Esta etapa irá diluyéndose a partir del primer contacto que mantengas con tú médico. Aquí, empezarán a resolverse algunas de tus dudas:

• Te hablará con tranquilidad, informándote que la diabetes puede aparecer a cualquier edad aunque la DM2 se presenta principalmente en la edad adulta originada por estar en posesión de varios de los factores de riesgo de diabetes.
• Te explicará algunos de los cambios a los que tendrás que adaptarte. Porque no solo afectará a tu estado de salud físico, sino también al emocional y afectivo.

Con el tiempo irás aceptando tu nueva situación y tomarás conciencia de los cambios que debes introducir en tus hábitos diarios para ir adaptándote a la nueva realidad. Así, podrás convivir con tu diabetes de una manera más natural.

Aprenderás a gestionar los múltiples factores que intervienen en el control de la diabetes: una alimentación adecuada, una actividad física acorde a tu estado de salud y una buena adherencia al tratamiento farmacológico.

No hay que olvidar el papel fundamental que los familiares y el entorno más cercano van a desempeñar:

Las necesidades emocionales de un diabético pueden verse afectadas cuando tras los continuos esfuerzos personales no se obtiene la recompensa esperada o cuando las complicaciones de la diabetes puedan afectar su salud física y mental. Aquí es donde ese entorno cercano debe incidir más para arroparle y servirle de apoyo.

Por todos estos motivos, la detección temprana de la diabetes no solo ayuda a evitar o retrasar al máximo la aparición de las complicaciones. También ayuda a poder hacer frente a los posibles problemas emocionales que aparezcan: retraimiento social, depresión, sentirse incapaz de controlar la nueva situación.

Tras el debut diabético, en esta nueva etapa no dudes en apoyarte en el conocimiento de los profesionales sanitarios. Obtendrás nuevas habilidades y recursos en el manejo de la diabetes. Estas herramientas te darán confianza y seguridad para hacer frente a las distintas situaciones imprevistas que puedan surgir en tu vida diaria y que quieran interponerse en el objetivo de salud marcado, que no es otro que vivir con tu diabetes, no para tu diabetes.

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